La coccidiosis porcina se presenta en los lechones como una de las enfermedades digestivas comunes en la etapa de lactancia, su presentación clínica se da en las primeras semanas de vida. El agente causal de mayor importancia en los porcinos es la Isospora suis, que pertenece al grupo de los protozoarios intracelulares obligados.

El órgano que directamente está implicado en esta patología es el intestino delgado, aunque en casos extremos el intestino grueso también puede ser afectado; deben existir condiciones ambientales para que se desarrolle la enfermedad, tales como temperatura, humedad, oxigenación y microbiota presente en el huésped. Los ooquistes eclosionan cuando la temperatura ambiental oscila entre 20 y 37 °C (condiciones que predominan en el área de maternidad), aunque la temperatura ideal que se provee al lechón al nacimiento es de 32 a 35°C, la cual favorece el rápido desarrollo (dentro de las primeras 12 horas) de los ooquistes de Isospora suis.

A lo largo del tiempo se ha creído que la cerda es la fuente principal de contaminación de Isospora suis para el lechón; sin embargo, en diversos estudios como el realizado por Meyer 1998., se ha demostrado que la excreción del parasito por medio de las heces en la cerda es bajo, siendo el lechón el causante directo del contagio al excretar poco más de 100,000 ooquistes por gramo de heces, suficiente para producir la enfermedad, ya que la cantidad necesaria para desencadenar el proceso patológico es de apenas 1000 ooquistes como dosis infectante.

Ciclo de la Isospora suis

Los ooquistes llegan al estómago donde se altera su pared, producen el desencadenamiento de la activación de los esporozoitos cuando se liberan a la luz intestinal por la acción de las sales biliares y enzimas digestivas. El esporozoito penetra al enterocito del intestino delgado y da lugar a la fase de multiplicación endógena del parásito. Estos son dos tipos de fases asexuales; primera división merozoitos tipo 1 (células hijas) y segunda generación división merozoitos tipo 2. Producción y liberación de gametos masculinos y estos se dirigen a fecundar al gameto femenino. Se forman los ooquistes esporulados y salida en las heces.

El grado de severidad de la diarrea depende de la edad en que el parasito infecte a los enterocitos del lechón (células presentes a lo largo del intestino delgado), y la recuperación del lechón depende de la capacidad regenerativa del tejido epitelial que posea el cerdo; es decir, un lechón de 10 días de edad, tiene una regeneración más rápidamente el tejido epitelial que un lechón de tres días de edad, que llega a tardar hasta 7 días para recuperarse la integridad intestinal.

La prevalencia del cuadro clínico es conocida en la mayoría de las granjas porcinas, observando una mortalidad baja (excepto en asociación con una contaminación bacteriana o viral que incrementan la mortalidad) pero con una morbilidad significativa. La deshidratación de los animales infectados evidencia la urgencia de un tratamiento de soporte basado en la presencia de la administración de electrolitos y glutamina (Electrodex? becerros). La diarrea presente en los lechones es de color amarillenta a grisácea, se produce con mayor intensidad entre la segunda y tercera semana de vida, al inicio de la enfermedad, la diarrea es de consistencia pastosa, aunque conforme pasan los días se convierte en más fluida. Se presenta irritación perianal provocada por el flujo de las heces, olor rancio de leche agria y el pelo se torna áspero. La deficiente absorción intestinal causada por la enteritis, afecta la ganancia diaria de peso y la homogeneidad de las camadas, por lo que un análisis de laboratorio ayudará a la confirmación o a rechazar el diagnóstico presuntivo.

Coccitrak 5% se utiliza para la prevención o control de la Coccidiosis porcina, la administración recomendada va del día 3 al 6 de edad. La dosis recomendada es de 20 mg/kg (1 mL por cada 2.5 kg de peso). Una aplicación vía oral es suficiente para la prevención y control de la coccidiosis en los lechones.

Para lograr una prevención adecuada en contra del parásito, es conveniente desarrollar un programa de control de coccidiosis, el cual debe contar con medidas de manejo e higiene (bioseguridad) que ayuden a disminuir la carga parasitaria del ambiente; para lo cual se incluyan drogas antiparasitarias, ya que los huevecillos de la coccidia se pueden mantener viables durante largos periodos de tiempo.

 

 

 

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